Descripción
 

En 1976 D. Abel Gómez, vecino de la localidad de Camesa, encontró un fragmento de ladrillo en superficie con la inscripción LEG. Éste le fue entregado a su sobrino D. José María Robles, latinista, el cual reconoce la inscripción como latina y evidencia así, una posible ocupación romana en el lugar. Cuatro años después, el seminario Sautuola inicia una primera excavación del lugar que se prolonga hasta 1986 bajo la dirección de Miguel Ángel García Guinea, director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander.

 

Las excavaciones dieron como resultado un antiguo asentamiento romano entre los siglos I al III después de Cristo. Tras su abandono, el lugar volvió a utilizarse, esta vez como necrópolis en dos momentos diferentes. En época visigoda, a finales del siglo VI e inicios del VII, se evidencian numerosas tumbas en fosa, cubiertas por una losa y con forma ovoide o antropomorfa. A época medieval, a partir del siglo VIII, se atribuyen los sarcófagos y tumbas de lajas, situadas alrededor de los cimientos de una ermita del mismo siglo, con una sola nave y un ábside de planta cuadrangular. Algunas tumbas de lajas muestran en su cabecera una estela en forma de cipo. En el interior de la ermita se encuentran varios sarcófagos haciendo referencia a la distinción social de quienes lo ocupan.

 

Entre las diferentes estructuras excavadas de época romana destaca una casa del siglo I d.C., dotada de una instalación termal. La presencia de un tramo de calzada, cercano a esta construcción, hizo que en un principio la casa fuese interpretada como mansio (posada). Es decir, como un establecimiento hostelero que servía como área de reposo y casa de postas. En cambio, la inexistencia de grandes caballerizas, cocinas, mostradores y un acceso directo a las termas desde el exterior, hacen que la villa se haya interpretado como una lujosa casa de campo, o bien como una residencia cercana a las inmediaciones de un núcleo urbano.

 

En la actualidad y desde el 2002, el yacimiento se está excavado, localizándose los cimientos de nuevas construcciones que refuerzan la teoría del lugar como asentamiento romano. El hallazgo de varios términos augustales con la palabra Juliobriga en el mismo valle de Valdeolea, ha causado el debate sobre la ubicación de Juliobriga.

 

La visita al yacimiento es guiada que dispone de un centro de interpretación donde se explica la ocupación cántabra del valle y su implicación en las Guerras cántabras, poniéndose como ejemplo el asentamiento fortificado de Santa Marina, a escasa distancia del arqueo-sitio.

 

Durante la visita y con ayuda del guía se conoce la distribución y posible uso de las estancias de la villa romana, sus termas y sus pinturas murales, así como la necrópolis visigoda del siglo VI al VII y medieval de los siglos VIII al XII. Ambas asentadas sobre la villa.

 

Su visita puede compaginarse con la Casa-Domus Juliobriga en Retortillo y el centro de interpretación del románico en Villacantid.

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